La salud no se delega: el cuerpo que tienes es el resultado de tus decisiones
- Edurne Barba
- 31 jul
- 2 Min. de lectura

En una época donde todo parece justificarse, uno de los discursos más peligrosos que se ha normalizado es aquel que declara que la salud personal no es responsabilidad del individuo, sino del sistema médico. Este pensamiento no solo es absurdo, sino que está causando un grave daño colectivo al fomentar la cultura de la evasión, la queja y la resignación.
Hace poco vimos un video viral donde una mujer con obesidad mórbida afirmaba con firmeza que ella no tiene ninguna obligación moral de cuidar su salud, que si decide comerse cuatro pizzas familiares de queso es su derecho, y que si se enferma, es el sistema médico quien debe salvarla — porque para eso estudiaron los doctores.
Este tipo de pensamiento no es aislado. En Naturageo, muchos de nuestros clientes han llegado repitiendo estas ideas, sintiéndose atacados cuando alguien les recuerda que los hábitos que tienen hoy son los que han generado su estado actual de salud. Sin embargo, no es una crítica, es un llamado a la conciencia: nadie está obligado a cuidarte más que tú mismo.
La salud no se trata de culpa, se trata de responsabilidad
No estamos aquí para señalar ni castigar, sino para educar y acompañar. Pero es fundamental aclarar que, aunque un terapeuta, médico o nutriólogo pueda ayudarte a mejorar, ninguno puede vivir por ti. No pueden respirar por ti, no pueden hacer ejercicio por ti, ni pueden transformar tu digestión, tu metabolismo o tu mente sin tu participación activa.
La medicina natural —como la que practicamos en Naturageo— está basada en una verdad profunda: el cuerpo tiene una inteligencia sabia y poderosa, pero necesita de tu colaboración. Y eso no se logra con pastillas, jugos milagrosos, dieteas extremas, excusas o discursos virales en redes sociales, sino con disciplina, hábitos saludables, conocimiento y acción diaria.
Responsabilizar a otros por tu salud es el camino más corto hacia la enfermedad crónica
Esperar que el sistema médico te saque adelante después de años de malos hábitos es como estrellarte voluntariamente contra una pared y exigir que alguien reconstruya tus huesos y tu vida. Y cuando alguien se atreve a cuestionar esos hábitos, lo acusan de ser irrespetuoso, gordofóbico o insensible.
Pero la verdadera falta de respeto es hacia tu propio cuerpo, cuando lo intoxicas cada día, cuando lo haces trabajar en contra de su naturaleza, cuando ignoras sus señales y luego te molestas si alguien te lo señala con honestidad y compasión.
No confundamos aceptación con resignación
Aceptar nuestro cuerpo tal como está no significa dejar de cuidarlo. Amar tu cuerpo no es darle lo que antoja, es darle lo que necesita. Y la salud no se construye con indulgencia, sino con consciencia.
En Naturageo te acompañamos con herramientas reales: hidroterapia, alimentación trofológica, jugos funcionales, técnicas depurativas, ejercicios terapéuticos y programas de transformación. Pero nada de eso sirve si tú no estás dispuesto a tomar las riendas de tu salud.
Elige ser parte activa de tu bienestar
Hoy más que nunca es urgente que retomemos nuestra responsabilidad personal. No para culparnos, sino para reconocernos como los primeros y más poderosos agentes de nuestra propia salud.
Delega si quieres tu trabajo, tus finanzas o tu agenda… pero jamás delegues tu salud.








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